viernes, 13 de mayo de 2011

En el principio



SERGI MARTÍN

PARA QUE YO ME LLAME ÁNGEL GONZÁLEZ

PARA QUE YO ME LLAME ÁNGEL GONZÁLEZ
Para que yo me llame Ángel González,
para que mi ser pese sobre el suelo,
fue necesario un ancho espacio
y un largo tiempo:
hombres de todo el mar y toda tierra,
fértiles vientres de mujer, y cuerpos
y más cuerpos, fundiéndose incesantes
en otro cuerpo nuevo.
Solsticios y equinoccios alumbraron
con su cambiante luz, su vario cielo,
el viaje milenario de mi carne
trepando por los siglos y los huesos.
De su pasaje lento y doloroso
de su huida hasta el fin, sobreviviendo
naufragios, aferrándose
al último suspiro de los muertos,
yo no soy más que el resultado, el fruto,
lo que queda, podrido, entre los restos;
esto que veis aquí,
tan sólo esto:
un escombro tenaz, que se resiste
a su ruina, que lucha contra el viento,
que avanza por caminos que no llevan
a ningún sitio. El éxito
de todos los fracasos. La e
Comentario:
El autor por medio de la voz poética, expresa sentimientos, emociones, sensaciones… por lo que la función predominante, aparte de la estética, es la emotiva. Este poema, texto claramente subjetivo, pertenece a la primera etapa de su autor.
En él se produce una supuesta descripción de todos los hechos que han tenido que suceder para que el yo poético, identificado con el autor, llegue a existir y a llamarse Ángel González. La sorpresa se ha producido, pues, acostumbrada a poemas que única y exclusivamente se centraban en la expresión del yo poético normalmente relacionados con la subjetividad, las emociones, las pasiones… se produce un cambio en este poema, el yo poético filosofa acerca de la existencia humana, en concreto, de su propia existencia.
En conclusión, me parece importante que los poemas no sólo expresen sentimientos y emociones subjetivas sin ningún contenido. Pues no todo es emocionar al lector.



LORENA BAUSA

jueves, 12 de mayo de 2011

Poema Catellano

INTENTO FORMULAR MI EXPERIENCIA DE LA GUERRA

Jaime Gil de Biedma


Fueron, posiblemente,
los años más felices de mi vida,
y no es extraño, puesto que a fin de cuentas
no tenía los diez años.

Las víctimas más tristes de la guerra
los niños son, se dice.
Pero también es cierto que es una bestia el niño:
si le perdona la brutalidad
de los mayores, él sabe aprovecharla,
y vive más que nadie
en ese mundo demasiado simple,
tan parecido al suyo.

Para empezar, la guerra
fue conocer los páramos con viento,
los sembrados de gleba pegajosa
y las tardes de azul, celestes y algo pálidas,
con los montes de nieve sonrosada a lo lejos.
Mi amor por los inviernos mesetarios
es una consecuencia
de que hubiera en España casi un millón de muertos.

A salvo de los pinares
-pinares de la Mesa, del Rosal, del Jinete!-,
el miedo y el desorden de los primeros días
eran algo borroso, con esa irrealidad
de los momentos demasiado intensos.
Y Segovia parecía remota
como una gran ciudad, era ya casi el frente
-o por lo menos un lugar heroico,
un sitio con tenientes de brazo en cabestrillo
que nos emocionaba visitar: la guerra
quedaba allí al alcance de los niños
tal y como la quieren.
A la vuelta, de paso por el puente Uñés,
buscábamos la arena removida
donde estaban, sabíamos, los cinco fusilados.
Luego la lluvia los desenterró,
los llevó río abajo.

Y me acuerdo también de una excursión a Coca,
que era el pueblo de al lado,
una de esas mañanas que la luz
es aún, en el aire, relámpago de escarcha,
pero que anuncian ya la primavera.
Mi recuerdo, muy vago, es sólo una imagen,
una nítida imagen de la felicidad
retratada en un cielo
hacia el que se apresura la torre de la iglesia,
entre un nimbo de pájaros.
Y los mismos discursos, los gritos, las canciones
eran como promesas de otro tiempo mejor,
nos ofrecían
un billete de vuelta al siglo diez y seis.
Qué niño no lo acepta?

Cuando por fin volvimos
a Barcelona, me quedó unos meses
la nostalgia de aquello, pero me acostumbré.
Quien me conoce ahora
dirá que mi experiencia
nada tiene que ver con mis ideas,
y es verdad. Mis ideas de la guerra cambiaron
después, mucho después
de que hubiera empezado la postguerra.




AUTOR:
Jaime Gil de Biedma nació en 1929 de alta burguesía castellana. Estudió derecho en Barcelona y en Salamanca. Su poesía evoluciona desde los primeros poemas intimistas al compromiso social. Evita el surrealismo y busca la contemporaneidad con un lenguaje. Fue uno de los miembros destacados de la llamada Escuela de Barcelona.




COMENTARIO:
El tema del poema, como bien nos dice el título, es la experiencia de Biedma sobre la guerra. Más concretamente, nos explica un episodio de su infancia, situado en el paisaje de la Meseta.
Este poema nos describe su visión de la guerra en el pasado y en el presente las cuales son totalmente diferentes. En su infancia, el poeta la refleja como una especie de juego, pero ahora, ve que aquello fue un suceso terrible. Durante la guerra, Biedma no se consideraba una víctima ya que él disfrutaba en ese mundo. Después de la guerra a cambiado de opinión ya que se cree que los niños están indefensos en medio de una batalla que no va con ellos, aunque crean ser capaces de controlarlo todo.
Por el tipo de texto se puede pensar que es una historia que contar en su diario e intenta hacer un estilo narrativo. La lengua es trabajada y culta.


MIREIA ANGULO COLOM
1r HS2

sábado, 7 de mayo de 2011

Poema de Castellano

Poema de María Victoria Atencia


Placeta de San Marcos.

Amárrate, alma mía; sujétate a este mármol,
Sebastián de tu tronco, con cuantas cintas pueda
ofrecerte en Venecia la lluvia que te empapa.

Amárrate a este palo, alma Ulises, y escucha
-desde donde la plaza proclama su equilibrio-
el rugido de bronce que la piedra sostiene.




Comentario de la autora:


Nació en Málaga, en 1931. Desde muy joven estuvo ligada a los poetas integrantes del grupo Caracola. Es una de las exponentes femeninas de la generación de los años 50 y su trayectoria poética está determinada por tres etapas características:

-La primera alcanza hasta 1961 y representa su inmediatez emotiva y expresiva.

-La segunda se inicia en 1971 con la obra "Marta y María", en la que su fuente de inspiración se encuentra en lo doméstico.

-La tercera comienza con "El coleccionista", de 1979 y en ella el tema central es el arte, la pintura y la música. El poema de "Placeta de San Marcos" pertenece a la obra de "El coleccionista".



Comentario de la obra:


Este poema está incluido dentro de la obra del "El coleccionista".

El poema es una Optación, es decir, que expresa deseos.

Es un poema compuesto por dos tercetos y con rima libre.

Es un poema breve, muy culto, y, con muchas referencias y informaciones sobre la historia de la placeta de San Marcos.

El poema podemos ver como se centra en la mitología griega, cuando habla sobre Ulises i le dice que se agarre al palo del barco, o cuando se refiere San Sebastián y a su martirio, y finalmente cuando menciona el rugido del león, que es el símbolo de San Marcos, patrono de la ciudad de Venecia.

Figura retórica:
-Personificación: "que la piedra sostiene"



Marc Martínez HS2

Poema de Castellano

Poema de María Victoria Atencia


Placeta de San Marcos.

Amárrate, alma mía; sujétate a este mármol,
Sebastián de tu tronco, con cuantas cintas pueda
ofrecerte en Venecia la lluvia que te empapa.

Amárrate a este palo, alma Ulises, y escucha
-desde donde la plaza proclama su equilibrio-
el rugido de bronce que la piedra sostiene.




Comentario de la autora:


Nació en Málaga, en 1931. Desde muy joven estuvo ligada a los poetas integrantes del grupo Caracola. Es una de las exponentes femeninas de la generación de los años 50 y su trayectoria poética está determinada por tres etapas características:

-La primera alcanza hasta 1961 y representa su inmediatez emotiva y expresiva.

-La segunda se inicia en 1971 con la obra "Marta y María", en la que su fuente de inspiración se encuentra en lo doméstico.

-La tercera comienza con "El coleccionista", de 1979 y en ella el tema central es el arte, la pintura y la música. El poema de "Placeta de San Marcos" pertenece a la obra del "El coleccionista".



Comentario de la obra:


Este poema está incluido dentro de la obra del "El coleccionista".

El poema es una Optación, es decir, que expresa deseos.

Es un poema compuesto por dos tercetos y con rima libre.

Es un poema breve, muy culto, y, con muchas referencias y informaciones sobre la historia de la placeta de San Marcos.

El poema podemos ver como se centra en la mitología griega, cuando habla sobre Ulises i le dice que se agarre al palo del barco, o cuando se refiere San Sebastián y a su martirio, y finalmente cuando menciona el rugido del león, que es el símbolo de San Marcos, patrono de la ciudad de Venecia.

Figura retórica:
-Personificación: "que la piedra sostiene"



Marc Martínez HS2